Jackie no es solo un nombre; es un recuerdo  y una forma de ser. Fue mi primera profesora de inglés cuando yo tenía 6 años. Era una chica inglesa muy joven, rubia, con unos ojazos azules enormes, sonriente y afable, con una mirada muy limpia que a veces se transformaba en desesperada cuando se daba cuenta de que no la entendíamos. Cada vez que he manipulado o visto de refilón ese par, se me ha venido a la cabeza aquel primer día de clase tan… especial? apoteósico? único?. Tengo mi primer día de clase con ella y mis compis grabado a fuego, jajaja.... pobrecilla.

Siempre llevaba algún detalle de leopardo, ya fuera en sus pañuelos, en sus zapatos o en su ropa. Y, aunque era discreta, ahora me doy cuenta de que ese estampado la representaba a la perfección: sofisticada dentro de su sencillez, fuerte y valiente, paciente, pero sin necesidad de gritarlo a los cuatro vientos. La recuerdo con sus ropas con estampados de animal print, unos pendientes que me dejaron con la boca abierta por el estampado  y el tamaño, su paciencia infinita, su interés en aprender y que aprendiéramos, sus juegos para incitarnos a hablar en inglés y sus miradas orgullosas cuando nuestras frases eran correctas.

Por eso, esta colección lleva su nombre. Porque el leopardo no es solo un estampado llamativo, es una actitud: la de quienes son fieles a sí mismas, que encuentran belleza en los pequeños detalles y que destacan sin esfuerzo.

Cada par de pendientes de esta colección es único, igual que Jackie, igual que tú.