Hace casi 15 años, estando con una amiga mientras contemplábamos los tulipanes de una de las múltiples rotondas de Santander, me comentó que los tulipanes siempre aparecen cuando algo está por cambiar, que siempre que la vida está a punto de dar un giro, grande o pequeño,  aparecen los tulipanes. ya que son unas de las flores más tempranas en florecer. 

No llegan haciendo ruido.
No son protagonistas.
Solo están ahí… como si supieran.

Como si los tulipanes no solo florecieran en primavera, sino justo en el instante en que un@ está a punto de florecer por dentro: cuando empiezas a quererte un poco más, cuando dejas ir lo que ya no vibra contigo, cuando decides volver a empezar., cuando aprendes a valorarte sin hacer tanto ruido, cuando tu vida cambia....

Tulipalma nace de la unión entre lo que se ve y lo que se siente. Entre la forma delicada del tulipán y la fuerza íntima del alma que florece, incluso en silencio. Cada pendiente de esta colección está pensado para capturar ese instante sutil en que elegimos mostrarnos tal como somos: únic@s, tranquil@s, coquet@s y con una belleza que no necesita explicación.

Esta colección surge de esa idea, de que cada pendiente sea una pequeña señal de florecimiento, de que cada pieza te acompañe en ese proceso sutil pero poderoso de transformarte y de que el color, la forma, la textura, te recuerden lo que ya llevas en tu alma luz, fuerza, calma y belleza.

“Tulipalma” no solo es una colección de pendientes. Es una forma de decir: Estoy floreciendo. Y esta vez, lo hago para mí.